Provincia San José
sábado, 7 de septiembre de 2013
miércoles, 21 de agosto de 2013
Historia de la Provincia
CABALGANDO HACIA NUESTROS ORÍGENES EN COLOMBIA
En 1890 llegaron de España a Venezuela. Las Hermanas sabían que
Colombia era muy católico, eso les llama la atención. En 1930 en el país se
llevaba a cabo la división política de partidos. Las Hermanas llegan a San
Andrés, ubicado en Santander. La
Comunidad tiene allí dos instituciones en las que está presente.
Las Hermanas de Venezuela desean extender el carisma al país vecino. El
párroco del pueblo, José María Castillo,
anhela el progreso de este pueblo.
El espíritu eclesial reclama una
congregación religiosa. El párroco implora en oración se le conceda el regalo
de una comunidad de religiosas para el Hospital y el Colegio. El hermano del
padre, Luis Alberto, ayuda en esta gestión. Se les concede permiso de buscar y
a través de un sacerdote Jesuita se contacta a las Hermanas en Venezuela. Se
entrevistaron en Pamplona y las Hermanas estuvieron temerosas y desistieron de
ir. El padre encargado de llevarlas les dice que si no va ella las hermanas
menores no irían. Finalmente deciden ir.
Van de Venezuela a Pamplona, páramos de San Turbán, luego Pangote,
hasta llegar a San Andrés.
En la travesía la Hna. Antonia se
fractura una mano y es auxiliada por el padre. El recorrido no es sencillo.
Llegan el 23 de julio y el padre las recibe con el pueblo feliz por su llegada.
Ellas al ver la realidad se dan cuenta
que todo responde al carisma de la congregación.
El pueblo bendijo su llegada. El Padre José
María Castillo, las hospedó en la parroquia.
Al día Siguiente el 24 de julio se reunieron con el Párroco, el Señor Alcalde, el Consejo
municipal, el Síndico del hospital, entre otras personalidades para acordar los
aspectos sobre la venida de las Hermanas
que formarían la comunidad y se harían cargo del hospital y el colegio.
El 27 de Julio, las Hermanas, un poco recuperadas, regresan a Maracaibo- Venezuela y hacen lo necesario para
poder regresar y hacer la fundación.
Después de la visita, las Madres Tomasa y Antonia, se
comunicaron con la Madre General Felisa Guerri y acordaron la salida de cuatro Hermanas que formarían la comunidad en la nueva
Fundación.
Sucede ahora el envío de las cuatro
Hermanas que formaran la primera comunidad en el hospital. Ellas son:
Madre Antonia Pardo Gil.
Hna. Baltasara Llorente Turrillas.
Hna. Rufina Lacarra Iñigo
Hna. María Bernal Bernal.
El 15 de
septiembre de 1930: Las Hermanas salieron de
Venezuela, navegando el río Catatumbo, hasta el Puerto de Encontrados y allí
pernotaron. El 17 de septiembre salieron para Cúcuta. El día 19 viajaron a
Pamplona. El
23 salieron de Pamplona
acompañadas por el Padre Luís Alberto Castillo y un grupo de ciudadanos de San
Andrés expertos en el tránsito de estos caminos. Pasaron la noche en Silos.
El día 27 de Septiembre de 1930, las Hermanas españolas: Antonia
Pardo, Rufina Lacarra, Baltasara Llorente y María Bernal, provenientes de
Venezuela, constituyeron en San Andrés, la primera comunidad de la Congregación
en Colombia.
El 6 de Octubre de 1930, la comunidad
toma posesión del hospital, entregado por la ciudadanía liderada por el Padre
José María Castillo, párroco; las autoridades civiles, el Señor Diógenes
Flórez, síndico del hospital.
Desde el primer momento la comunidad
asumió la dirección, en la persona de la superiora, Hermana Antonia Pardo. Otra Hermana asumió la farmacia, una tercera
se encargó de la enfermería y la cuarta
de la cocina y el ropero. La
mayoría de elementos, utensilios y
víveres, los traían con ellas desde Venezuela.
Desde 1926 beneméritas damas quisieron
crear un centro educativo que respondiera
al nombre de Colegio María Auxiliadora.
A la llegada de las Hermanas este centro tomó mucha vida, siendo siempre
agradecido con quienes encendieron las primeras luces.
En febrero de 1931 se iniciaron las
clases con niños y párvulos, acogedores y felices que no se cambiaban por
ninguno. Desde entonces se ha hablado de
su querida Normal “María Auxiliadora”.
«
Solo las almas grandes, capaces de todo sacrificio, son las creadoras de
grandeza en el mundo”.
“Pero ¿a qué quejarnos si hoy llegan a
nosotros los ángeles de paz, los ángeles de caridad que mitigan los dolores
físicos y suavizan las heridas del alma? Las Reverendas Hermanas que
precedieron a las que hoy recibimos, han
comenzado su misión de caridad. Misión sublime y grandiosa cuyos efectos los
hemos principiado a sentir en silencio, como silenciosas son las obras de
misericordia del que murió en la cruz”
La proyección en San Andrés: fundaron el Centro de Bienestar del
anciano María Rafols.
Dejando la huella…
haciendo camino. Misión sublime y grandiosa. Sentir en el silencio la
silenciosa obra de misericordia.
Tenemos que
agradecer a María Rafols y Juan Bonal por el carisma que sembraron en las
Hermanas de la Comunidad.
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